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Date: Mon, 17 Mar 97 13:09:31    
From: PO <global-AT-uk.pi.net>
Subject: M-G: Resolucion sobre Albania


Victoria a la insurrección en Albania!

Desde el primero de Marzo 
El país más pobre de Europa viene protagonizando un espontáneo levantamiento armado de masas. Las 
movilizaciones masivas y las huelgas se transformaron en una insurrección que no ha sido alentada ni es dirigida 
por partido alguno. En respuesta a la represión gubernamental los explotados empezaron a asaltar cuarteles.
La sublevación empezó en las ciudades sud occidentales (Vlora, Himara, Delvina, Gjirokastra- la ciudad natal de 
Hoxha)  y ha terminado por expandirse al centro y norte del país. El ejército, la policía y el aparato estatal han 
venido siendo desintegrados. 
Los insurgentes han quemado comisarías, cuarteles, oficinas públicas, y sedes bancarias y de compañías 
imperialistas, como la Coca Cola. El odio de la población se ha expresado contra todas las instituciones estatales. 
Las masas han incendiado tanto la casa del presidente como la del antiguo dictador Hoxha y el palacio del antiguo 
rey. En la principal ciudad del norte, Skorader, donde Berisha tenía una plaza fuerte, las multitudes han prendido 
fuego a todos los edificios de organismos gubernamentales. 
La población  ha tomado más de 150,000 armas, desde rifles hasta tanques, artillería pesada y aviones de combate. 
Los soldados y carabineros abandonan sus recintos, dejan que el pueblo tome las armas o se pasan a la insurrección. 
Los más importantes presos políticos, como Ramiz Alia (el Gorbachev albanés) hasta Nano (el jefe del antiguo 
partido stalinista único hoy rebautizado como Partido Socialista),  han sido liberados mediante acciones de la 
revuelta.
Ya han caído el primer ministro, el gabinete y los responsables de Defensa y Seguridad interna. La familia del 
presidente Sali Berisha ha salido del país y es muy probable que éste sea depuesto.

EL DERRUMBE DEL MODELO ECONÓMICO 
La chispa que ha encendido la hoguera es el descomunal robo del que han sido parte la mayor parte de los 
albaneses. En los últimos años el régimen capitalista alentó el desarrollo de financieras especulativas. En un país 
donde la inflación anual es de sólo dos dígitos, éstas prometían intereses de hasta 50% o 100% mensual. Cientos de 
miles pusieron sus esperanzas en que podrían volverse ricos en un santiamén. Muchos vendieron todos sus bienes y 
pusieron los ahorros de sus vidas. Estas financieras embolsicaron entre 1 y 3 mil millones de dólares en un país 
cuyo producto bruto interno  alcanza sólo a los 2,5 mil millones de dólares y donde los salarios son de un promedio 
de $60 dolares mensuales.
En América latina estas financieras informales lograron estafar a cientos de miles de despedidos y jubilados que 
pensaban torear las políticas de austeridad y desempleo masivos. Mas, es en Rusia y en Europa del este donde este 
tipo de fraudes han hecho su Agosto.
La restauración capitalista ha destruido a los Estados obreros degenerados. Los principales pilares de éstos (el 
monopolio estatal de la banca, el comercio exterior y la gran industria, la existencia de una economía planificada y 
nacionalizada, y el veto para la gran propiedad privada) han sido desmantelados. El dinero, que antes servía como 
un medio para adquirir fundamentalmente bienes de consumo, se ha convertido en moneda dura, cambiable en el 
sistema monetario internacional y capaz de comprar toda clase de propiedad: desde la tierra hasta las más grandes 
fábricas. 
La acumulación primitiva capitalista en el mundo post-stalinista implica la destrucción masiva de las industrias. En 
toda Europa del este la producción de 1996 equivale al 70% de lo producido anualmente en los ochentas. La mayor 
parte del parque industrial ha sido cerrado. En Albania la producción industrial se ha reducido a sólo la cuarta parte 
de lo que era una década atrás. En un país que no conoció el desempleo durante casi medio siglo, la mitad de su 
población laboral no puede conseguir trabajo en Albania. Según cifras oficiales un quinto de la población 
económicamente activa está desocupada y otro quinto debe trabajar fuera de Albania. Sin embargo, la realidad es 
aún más cruda. 
Sali Berisha fue electo presidente de Albania con el 63% de los votos en marzo de 1992. Occidente lo catalogó 
como el "Havel de los Balcanes". Al igual que Yeltsin, este era un antiguo secretario del partido stalinista que se 
transformó en un ultra-liberal. Berisha hacía sus campañas rodeado de embajadores y  banderas de los EEUU y de 
la Unión Europea. El prometió transformar a su país en el Taiwán de la región.
En 1993 y 1994 Berisha logró reducir drásticamente la inflación y hacer que Albania sea el país de mayor 
crecimiento económico en Europa. Sin embargo, todo esto era artificial. Albania crecía después de haber caído en el 
barranco y su producción aún no llega ni a la de 1989. El modelo se basaba en eliminar las empresas estatales y 
colectivas y en alentar la llegada de capitales extranjeros, en el comercio, el sector servicios y en la especulación. 
Las guerras en la antigua Yugoslavia fueron aprovechadas por muchos comerciantes que lucraron con el tráfico de 
armas y bienes. El fin de ese guerra acabó con muchas prebendas. La mafia del sur italiano empezó a extender sus 
tentáculos a quien fuera la única colonia europea de ese país. Esta invirtió en las sociedades financieras para lucrar 
y lavar dinero. Albania se fue convirtiendo en un centro de la producción y tráfico de drogas.     
Durante el régimen stalinista de Hoxha, Albania rompió vínculos comerciales estrechos con occidente y luego con 
la URSS y su bloque y más tarde con China. Su sistema se basó en una combinación de autarquía y en un 
colectivismo aislado y atrasado regido por una tiranía basada en el culto a la personalidad. La apertura al 
capitalismo trajo inversiones extranjeras y el que se empezara a explotar capitalistamente uno de los principales 
yacimientos petrolíferos de Europa.
Antiguos burócratas "comunistas" y nuevos ricos se beneficiaron del "boom" de Berisha. El jefe del partido 
demócrata y actual ministro de relaciones exteriores, Tritan Shehu, lucró como ejecutivo del único consorcio 
petrolífero. Tanto el gobierno como la oposición "socialista" financiaron sus campañas proselitistas con la creación 
de sus financieras estafadoras. Al final fue la propia población la que ha pagado la cuenta.

SEÑAL DE ALARMA
Para la burguesía mundial esta es una alerta. Desde que se inició el proceso de imposición de régimenes 
anticomunista que restablecieron el capitalismo en el este, nunca se había dado un movimiento de este tipo.
Los régimenes stalinistas fueron sacudidos en 1989 desde China hasta Rumania por fuertes movilizaciones de 
masas. En Europa oriental esto condujo a la caída de las dictaduras del partido único de la burocracia. Sin embargo, 
el grueso de la población albergaba ilusiones en el mercado y la democracia occidentales. Todos los partidos, 
incluidos los de la antigua nomenclatura, se convirtieron en neo-liberales en uno u otro grado. Quienes planteaban 
la defensa de la economía planificada, y más aún de una revolución política que mantenga pero que desburocratice 
los estados obreros, quedaron en franca minoría.
Las medidas de austeridad llevaron en todas partes a brutales ataques contra la clase obrera y sus conquistas 
históricas. Países que no habían conocido el desempleo durante décadas fueron estremecidos por despidos masivos 
y por tener cientos de miles o millones de desocupados. La vivienda, salud y educación para todos se fue 
liquidando. Los alquileres y los precios de productos básicos se elevaron mientras que la salud y la educación 
empezaban a ser privatizadas o influidas por el clero oscurantista.
No obstante, a los trabajadores se les decía que esto era el precio que había que pagar por el mal manejo de los 
"comunistas" y que debían aceptar unos años de ajuste de cinturones hasta que la economía volviese a despegar y 
ellos pudiesen vivir tan bien como sus hermanos del oeste de Europa Sin embargo, los beneficios que habían 
conseguido los trabajadores occidentales se habían obtenido en base a una combinación de la gran plusvalía 
generada en torno al saqueo del mundo semi-colonial (algo de lo cual no s e habían beneficiado los países del este 
que rompieron con el capitalismo) y también de las concesiones que la burguesía europea hizo al acabar la segunda 
guerra mundial por temor a la expansión de los levantamientos comunistas en occidente. La caída de los Estados 
obreros degenerados no sólo que no ha permitido a los explotados del este el poder elevar sus ingresos sino que ha 
ayudado a que los trabajadores del oeste tengan que ir perdiendo beneficios que la burguesía mundial, 
envalentonada por sus éxitos en el este, les viene quitando por doquier.  
El descontento con la restauración se traducía en un resentimiento contra el "socialismo", equiparado al mal manejo 
de la burocracia, e incluso en el surgimiento del nacionalismo. Con la destrucción de las economías planificadas 
centralmente y basadas en el monopolio estatal del comercio exterior, los Estados obreros multi-nacionales debían 
confrontar con fuerzas centrífugas. En diversas repúblicas se azuzó la tesis de que ellos eran naciones con culturas y 
lenguas diferenciadas que requerían de un Estado independiente propio. Esto produciría vínculos directos con el 
mercado mundial. En vez de dedicarse a comerciar con el resto de una sociedad no mercantil relativamente 
atrasada, la tarea consistía en emanciparse para poder captar directamente dólares y marcos exportando y 
recibiendo turistas e inversiones del occidente. El sueño del estado nacional propio con su propio mercado para una 
nueva burguesía emergente generó una ola de chauvinismo étnico. El nacionalismo movilizó a muchos descontentos 
bajo la idea de que el enemigo era la etnia vecina y no las élites de sus propias naciones que estaban restaurando el 
capitalismo e hipotecándose al imperialismo.    
Los partidos stalinistas abandonaron toda adhesión a la defensa de una economía planificada y se tornaron social 
demócratas que buscaban una restauración capitalista menos dura y brutal. En Polonia, Hungría y Lituania países 
que fueron los primeros en elegir masivamente nuevos gobiernos anticomunistas, los post-stalinistas volvieron al 
gobierno mediante las urnas y sin cuestionar los planes de reestructuración burguesa. 
La revolución albanesa marca un nuevo hito. No es una movilización de masas dirigida por la derecha 
anticomunista, como la que vino sacudiendo a Serbia. En 1991 Albania ya experimentó una sublevación 
"democrática", como las que sacudieron a Europa del este y Rusia entre 1989 y 1991.
Esta es la primera revolución contra un régimen anticomunista en el este. Es el primer levantamiento anti 
anticomunista. 
Los albaneses no se sublevan lanzando vivas al mercado  occidental. Tropas de rescate estadounidenses y alemanas 
han sido disparadas por los insurgentes. El pueblo albanés se levanta contra una de las consecuencias directas del 
nuevo sistema capitalista: la especulación financiera. Las masas quieren linchar al presidente que busca hacer que 
Albania entre a la OTAN y a la Unión Europea, que se enorgullece de pertenecer a la internacional "centro-
derechista" conformada por los partidos de gobierno de Francia, Gran Bretaña y Alemania, que ha permitido entrar 
tropas de la OTAN para ejercitar en sus montañas y abrir una zona portuaria, y que representa el símbolo vivo de la 
capitulación al occidente capitalista.
Lo que ha pasado hoy en Albania puede mañana extenderse a Rusia. las condiciones son similares. La restauración 
ha arruinado al país y ha generado un alto resentimiento. Una clase de nuevos capitalistas ha hecho dinero fácil 
abusando del poder y entrelazada con las mafias. Yeltsin es otro "demócrata" que funciona como un todopoderoso. 
Algo que también asusta a la burguesía mundial es la generalización de nuevos organismos de poder. Por doquier 
se han constituido milicias y consejos locales. El Estado burgués, sus instituciones y sus fuerzas represivas han sido 
derretidos por el calor de la insurgencia. Ninguna fuerza partidaria les controla. Ni si quiera la oposición liderada 
por los post-stalinistas es capaz de controlarles. 

PELIGROS
El "Wall Street Journal", así como el ministro de relaciones exteriores de Italia, sugieren que el levantamiento 
albanés es una conspiración  de la mafia y los marxistas. 
En toda revolución es inevitable que el crimen organizado trate de aprovecharse de ello y que el lumpen-
proletariado haga saqueos y actos de vandalismo que perjudican a la clase obrera. Sin embargo, es el propio 
régimen albanés quien estaba directamente vinculado a las mafias. El principal procurador contra la mafia italiana 
ha señalado que la "cosa nostra" tenía inversiones alentadas por el gobierno albanés. El régimen de Tirana es 
culpable del mayor asalto a las masas. Cientos de miles han perdido los ahorros en un acto de robo estatal. 
En las diversas urbes rebeldes los consejos civiles han empezado a poner orden sobre la población. En algunos 
lugares se controla o veta el alcohol. El proletariado debe evitar los actos de pillaje y la proliferación de bandas 
imponiendo el peso de sus organizaciones y milicias de clase.
La revolución albanesa expresa un estallido que es semi-ciego, semi-sordo y semi-mudo por parte de las masas. 
Como la revolución de Febrero de 1917 en Rusia, Bolivia en 1952 o Rumania en 1989, hay una gran dosis de 
espontaneidad que puede servir de antesala apra un Octubre bolchevique o para el restablecimiento de la burguesía. 
La inexistencia de leninistas en Albania puede conducir al retrono del orden. Sin embargo, este puede ser el primer 
estallido que se extienda por toda la zona y ponga la cuestión de las revoluciones de consejos obreros a la orden del 
día en el este post-stalinista.
Nuestro enorme entusiasmo por la revolución albanesa no nos puede conducir a un falso optimismo. Este 
levantamiento tiene grandes deficiencias. El primero es su carácter espontáneo y confuso. Si este movimiento no 
genera soviets autónomos que planteen el poder para la clase obrera, existe el grave riesgo de que los nuevos 
organismos sean reincorporados al sistema o de que se generen cuadros de descomposición. 
Albania está tradicionalmente dividida entre el sur relativamente más próspero y abierto a occidente, y el norte 
montañés y con mayores tradiciones de clanes. El idioma albanés está dividido en torno a dos dialectos: el Tosk que 
se habla en el sur y el Gheg que se habla en el norte. En la Albania meridional existe otro problema. Allí hay una 
fuerte minoría griega que sufrió persecución durante Hoxha. El régimen dice que la mayor parte de ellos habla 
albanés y está integradas a la sociedad mientras que los nacionalistas griegos dicen que el 20% de los albaneses que 
son ortodoxos son griegos. Dirigente del movimiento del Norte de Epiro (que aspira a integrar el sur de Albania 
como parte de Grecia) se han mostrado activos durante la sublevación. 
Berisha trató de azuzar a sus paisanos del norte y puso a éstos en puestos claves de la policía. El ha venido armando 
bandas privadas para defenderlo.  Sus huestes podrán  tratar de generar núcleos armados en las montañas limítrofes 
a Kosovo y Montenegro.
El mayor peligro para el desenlace de una revolución proletaria lo viene ejercitando el stalinismo. El Partido del 
Trabajo, renombrado como "Socialista", ha decidido encabezar el nuevo gobierno de Berisha.
El 2 de Marzo Berisha decretó un brutal estado de sitio con toque de queda. Al día siguiente hizo que su servil 
parlamento lo eligiese casi por unanimidad como presidente por otros 5 años más. Lanzó una ofensiva contra el sur. 
Sus aviones atacaron poblaciones civiles. Mas, ésta fracasó. Después de haber condenado a la revolución como una 
alborotada de los "comunistas" y "terroristas rojos", el hombre que se jactaba de haber sacado a su país del 
socialismo, de haber apresado a las principales figuras "socialistas" y de su intransigencia contra todas las 
izquierdas, fue a pedir ayuda a la oposición encabezada por los socialistas. 
El PS, que boycoteaba el congreso, decidió aceptar el estrechón de manos. El 9 de marzo Berisha configuró un 
nuevo gabinete de unidad nacional encabezado por el nuevo primer ministro Fino, ex-alcalde del PS en una de las 
ciudades insurrectas del sur, e integrado por otros 4 ministros del PS, por 5 del oficialista Partido Demócrata, por 4 
Social demócratas y por ministros de otros 5 partidos menores. 
Berisha capituló ante las demandas de la oposición. Ha formado un gobierno de reconciliación, ha convocado a 
elecciones para Junio y ah decretado la amnistía para los rebeldes.  
Los stalinistas ahora están tratando de proteger al orden de Berisha. La principal tarea del nuevo gobierno ha 
consistido en reorganizar la policía. Ha decretado la triplicación de los sueldos no para los trabajadores, sino para 
los uniformados. Todo voluntario puede hacerse policía en menos de 24 horas. Las calles de Tirana, la capital, han 
aparecido inundadas de nuevos policías enmascarados y relativamente bien pagados.  
Por el momento el gobierno del pacto entre la dictadura civil y toda la oposición no ha estado logrando frenar que la 
insurgencia se desparrame por todo el país. Sin embargo, es posible que vaya logrando algunos éxitos en la capital y 
otros lugares. 
Fino busca lograr que los dirigentes de los consejos de las ciudades rebeldes se unan al gobierno y ayuden a 
desarmar a la población. las principales ciudades del sur han estructurado un Comité Nacional de Salvación 
Pública. 
El responsable del Consejo se Seguridad Europeo, el ex-canciller austriaco Vanitsky, se reunió con Fino y líderes 
del sur. Al cabo de ello ha declarado que Albania urge al occidente el envío de fuerzas de paz que pueden empezar 
con 4,000 soldados.
Contra el intento de los stalinistas de permitir que la OTAN entre a Albania y que los trabajadores sean 
desarmados, se debe luchar por generalizar las milicias y consejos. Se debe poner a los destacamentos armados bajo 
el control de las asambleas de base.
El circo electoral es un arma que el nuevo gobierno va a usar para desmovilizar a los explotados y para legitimizar a 
un nuevo orden reaccionario. Nerita Ceka, uno de los líderes de la antigua oposición agrupada en el Foro por la 
Democracia, ha declarado que para que hayan elecciones tienen que disolverse los grupos armados.

TAREAS
Para los explotados la principal tarea consiste en desarrollar y democratizar los consejos que han timoneado la 
insurrección espontánea. hay que tratar de convertirlos en verdaderos soviets como los de Rusia en 1917. Por el 
momento estos organismos controlan las armas y la distribución de bienes básicos. Debemos pugnar porque estos se 
basen en la democracia directa. Todos sus delegados deben ser elegidos y 
revocables mediante asambleas de base. 
La burguesía y los agentes de seguridad deben ser echados. las fábricas y 
empresas deben pasar al control de sus 
trabajadores. Se debe centralizar estos organismos en un consejo nacional 
supremo que se plantee como alternativa 
de poder y expropie a los nuevos ricos. 
Los cientos de miles de estafados deben recuperar todos sus ahorros. Solo 
los burgueses y especuladores ricos 
deben ser confiscados. ¿De dónde saldrá el dinero? De expropiar a las nuevas 
empresas privadas y trans-nacionales.
La autarquía stalinista y el capitalismo salvaje han mostrado todos sus 
horrores. La única salida en provecho de los 
trabajadores consiste en restablecer una economía socializada y planificada 
pero bajo control democrático de las 
asambleas de productores y en función de una política de expansión de la 
revolución internacional.  
la revolución albanesa requiere extenderse por toda la región. hay casi 
tantos albaneses fuera de Albania como 
dentro. Los albaneses representan el 90% de los habitantes de Kosovo y un 
tercio de la población de Macedonia 
(pero mayoría en sus zonas occidentales). En ambos lugares los albaneses 
sufren discriminación y conculcación de 
derechos nacionales. la salida no consiste en fomentar guerras chauvinistas 
sino en unir a los trabajadores de todos 
los Balcanes contra los enemigos comunes (la nueva burguesía y el 
imperialismo) y estructurar una federación 
socialista voluntaria de la región. 
Urge la fundación de un partido revolucionario obrero internacionalista que 
se base en las tradiciones de Rakovski, 
Lenin y Trotski. El marxismo en Albania ha estado asociado al despotismo de 
la antigua burocracia. En Agosto el 
Partido Socialista decidió sacar toda referencia al marxismo de su programa. 
Debemos colaborar al nacimiento de 
un movimiento marxista genuino que propugne la revolución de los consejos 
obreros.
Sólo la formación de tal fuerza podrá evitar nuevas traiciones y 
frustraciones y poder llevar a la clase obrera al 
poder.  




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