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Date: Sun, 8 Mar 1998 11:46:23 +0100
From: Hugh Rodwell <m-14970-AT-mailbox.swipnet.se>
Subject: M-TH: LIT Declaracion sobre Irak #2


ABAJO LA AGRESI=D3N IMPERIALISTA A IRAK


La detenci=F3n del bombardeo a Irak ha significado  un golpe para el
imperialismo americano, y para su principal aliado el gobierno brit=E1nico.
Eso no signfica que haya cambiado la relaci=F3n de fuerza en el Golfo ni que
ahora el imperialismo haya perdido el control del =E1rea.

Pero no se puede menospreciar el revés que hoy  ha sufrido el gobierno
norteamericano: Ha aumentado su aislamiento internacional.y, por primera
vez en muchas a=F1os, no han podido imponer su voluntad en la ONU.

El factor principal para que se diera esa situaci=F3n fueron los roces
interburgueses, pero ellos fueron potenciados por el movimiento anti-guerra
que se comenzaba a gestar en diferentes partes del mudno y en especial en
EE.UU e Inlgaterra.

Para entender lo que pas=F3 debemos recordar la situaci=F3n en las v=EDsperas del
acuerdo firmado por Kofi Annan y Sadan Hussein.  Como dijimos en la
declaraci=F3n de la LIT del 13-2--98, los EE.UU estaban prontos para atacar:
movilizaron una inmensa  masa de guerra y gastaron hasta el momento m=E1s 600
millones de d=F3lares. Nadie gasta esa fortuna sol=F3 para dar un susto. Ellos
quer=EDan bombardear. El objetivo era aniquilar la infra-estructura y evitar
la reconstrucci=F3n de la indsutria petrolera iraquiana , impidiendo as=ED una
futura  entrada de Irak en el  meracdo mundial del petr=F3leo. En los =FAtlimos
meses hubo una violenta ca=EDda del precio de ese producto y la crisis de las
bolsas (en especial en Asia) tiende a hacer empeorar la superproducci=F3n
petrolera.
 Ese es el motivo de la agresividad yanqui.. La campa=F1a de propaganda sobre
las "armas letales"de Sadam eran la cortina de humo para dar una cobertura
a una necesidad de los grandes gurpos  millonarios (mayoritariamente
norteamericanos) del petr=F3leo. Adem=E1s, como bien denunciaron periodidstas
como Robert Fisk, fue Reagan quien arm=F3 a Hussein para derrotar a Ir=E1m.
Junto con que, otros paises como Israel,tienen armas mucho m=E1s peligrosas,
nucleares  y qu=EDmicas, y los EE.UU los apoyan totalmente a pesar de que no
cumplan con ninguna resoluci=F3n de la ONU.

Los EE.UU  fueron obligados a retroceder. Pero debe quedar claro que ese
retroceso es parcial, que la estrategia norteamericana no ha cambiado y que
por eso , no s=F3lo contin=FAa el ataque genocida a través de las sanciones
econ=F3micas, sino que el peligro del ataque militar sigue presente.


La acci=F3n del movimiento anti-guerra y el retroceso de los EE.UU

El gobierno norteamicano quer=EDa arrasar a Irak y se moviliz=F3 para lograrlo
y, a las v=EDsperas de la  masacre retrocedi=F3 y acept=F3  con disgusto  el
acuerdo de Annan con Irak.  Las declaraciones de sus ministros y
portavoces, muestra que esa no era la pol=EDtica de la Casa Blanca. Lo que
detuvo, por lo menos moment=E1neamente, la orden de bombardero fue la
combinaci=F3n  de  la oposici=F3n de gobiernos como el francés, el ruso, el
chino (que tienen intereses econ=F3micos en la reconstrucci=F3n  petrolera de
Irak) y la reacci=F3n del  movimiento de massas contra la guerra.

Este segundo elemento, la acci=F3n del  movimiento de masas, aunque no lleg=F3
a desarrollar grandes acciones, mostr=F3 su gran potencial  y lo hizo  (a
diferencia de lo que pas=F3 en Vietnam) antes de que se concretase el ataque
militar.

Una  coalici=F3n anti- guerra se form=F3 en los EE.UU (La Uni=F3n Nacional de
Emergencia para detener la Guerra contra Irak) con m=E1s de  200 grupos y
personalidades (asociaciones de derechos civiles, sindicatos, entidades de
defensa de la mujer, de estudiantes, de gay y lesbianas, de veteranos de
guerra  y organizaciones religiosas. El ex-Procurador General de los EE.UU,
Ramsay Clark declar=F3: "las personas de este pa=EDs tomar=E1n de nuevo las
calles para protestar contra  un nuevo bombardeo americano contra el pueblo
de Irak que llevar=E1 a la destrucci=F3n  de miles de civiles,  del  sistema de
agua, del sistema electrico, sanitario  y  de todo lo que es esencial para
sostener la vida de los civiles. Un nuevo bombardeo americano es criminal,
una violaci=F3n de la ley internacional y constituye otro crimen de guerra
contra el pueblo iraqu=ED." La coalici=F3n ten=EDa planificado para el 28 de
febrero actos en las calles en New York y San Francisco  para impedir el
bombardeo.

En Gran Breta=F1a, cuyo gobierno fue el m=E1s decidido  aliado de los EE.UU.,
surgi=F3 también un importante movimiento que cont=F3 con la adhesi=F3n de Tony
Benn del ala izquierda del Partido  Laborista, junto con organizaciones
pol=EDticas de la extrema izquierda,  personalidades de derechos humanos,
dirigentes sindicales, parlamentarios. Diferentes sectores de la juventud,
como es el caso de "Reclaim the Streets", tuvieron una participaci=F3n muy
destacada en el movimiento anti-guerra, que adem=E1s cont=F3 con la adhesi=F3n de
grupos iraquianos y kurdos y de organizaciones sindicales como la de los
portuarios de Liverpool. La  coalici=F3n anti- guerra brit=E1nica, realiz=F3
actos p=FAblicos en Londres y  Manchester y hab=EDa convocado a  una
manifestaci=F3n nacional  en la misma fecha que los de New York y San
=46rancisco. La prensa inglesa hablaba de que un creciemte sentimiento
anti-guerra se estaba dando en la poblaci=F3n.

En el mundo =E1rabe la reacci=F3n fue fuerte: a pesar de las prohibiciones
expresas  tanto de la llamada Autoridad  Palestina como del rey Husein de
Jordania, las masas de esos paises salieron a las calles y se enfrentaron
con la pollic=EDa en apoyo a  Irak.
En la invasi=F3n  al Golfo de hace 7 a=F1os,  se mont=F3 una "santa alianza" en
torno a la hegemon=EDa indiscutida de los EE.UU.  La crisis del Este, la
adhesi=F3n indiscutida de Rusia, de China y hasta de los gobiernos =E1rabes,
adem=E1s de la de todos los aparatos burocr=E1ticos, aisl=F3 completamente a Irak
y a los pocos que estuvimos por su defensa ante el ataque imperialista.  La
prensa pasaba una imagen avasalladora e invencible del imperialismo.

Ahora, la situaci=F3n  es diferente,  las crisis econ=F3mica, el derrumbe de
los milagros del neoliberalismo (Méxio, Argentina, los Tigres asi=E1ticos),
los enfrentamientos interburgueses, tuvieron su efecto. Es evidente que ha
habido un crecimiento de la conciencia anti- imperialista  que hace que
hoy, el mayor grado de aislamiento internacional sea de los  EE.UU y no de
Irak.

Las fisuras en el frente de la contrarrevoluci=F3n

La acci=F3n del movimiento de masas contra la guerra tuvo una mayor facilidad
para desarrollarse porque pudo aprovechar las brechas abiertas en el frente
de la contrarrevoluci=F3n. En la declaraci=F3n anterior, se=F1alamos que hab=EDa un
elemento nuevo en esta coyuntura: los choques interimperialistas e
interburgueses que se mostraban en que los gobiernos de Francia, Rusia y
China ten=EDan una pol=EDtica diferente a la norteamerica.  También dijimos que
esas diferencias no se fundamentaban en ninguna raz=F3n humanitaria, sino en
sus intereses econ=F3micos concretos en la reconstrucci=F3n de la industria
petrolera iaquiana y en establecer buenos negocios a trevés de la
intemediaci=F3n en la venta del petréleo.

Como esos planes perjudicaban a las millonarias  compa=F1ias norteamericanas
del sector, hubo una contraposici=F3n de intereses entre los paises miembros
efectivos del Consejo de Seguridad de la ONU. Por primera vez, desde 1991,
la ONU tom=F3 una posici=F3n diferenciada de los EE.UU en una cuesti=F3n clave.
Chirac, presidente de Francia declar=F3 que "llamaba a una reinserci=F3n de
Irak en la comunidad internacional" y  agregaba que  'la gesti=F3n de la
crisis iraquina demostr=F3 que existe un pasaje inevitable a un mundo
multipolar" (Le Monde, 27/2/98).

Es evidente que las diferencias también est=E1n planteadas a nivel de la
burgues=EDa americana y que s=F3lo eso puede explicar que todos quienes asisten
TV, hayan podido ver el debate entre la secretaria de estado Madeleine
Albright y los estudiantes de la universidad de Ohio.  Los televidentes de
todo el mundo pudieron ver como los estudiantes acorralaban a la Albright y
sus asesores preguntando  quién hab=EDa dado las armas a Hussein y por qué se
usaban dos pesos de medidas diferentes, uno para Irak y otro para Israel.
No creemos  que haya sido por "objetividad period=EDstica" que la CNN haya
transmitido a todo el mundo esas escenas humillantes para la secretaria de
estado. Tampoco creemos que hayan sido por "necesidades de conciencia", las
declaraciones del ex- Progcuarador General y del ex- presidente Carte
contra la guerra.  Diferencias interburguesas a=ED como la presi=F3n del
movimiento de masas, se huelen detr=E1s de esas actitudes.

La propia ida de Annan a Irak después de muchas negociacioens, y hasta
finalmente los choques entre el ministro inglés  Cook y los americanos que
se dieron al final, muestran que la salida negociada fue una disputa en la
cual los EE.UU se vieron obligados a ceder.

           Mantene r  la campa=F1a: ninguna confianza en los acuerdos de la ONU

Ahora existe el peligro de que la salida acordada por Annan sea considera
como un punto final , "la paz". Ya en Inglaterra, sectores de la coalici=F3n
anti- guerra, encabezados por Tony Benn levantaron el llamado a la
movilizaci=F3n del 28 de febrero, alegando que "es necesario dar una chance a
la paz".

 No existe "paz" mientras las tropas imperailistas permanecen en el Golfo.
No existe "paz"  mientras se mantengan las sanciones econ=F3micas.

El haber impedido el bombardeo inminente fue una victoria, pero ella ha
sido parcial y moment=E1nea. Las tropas imperialistas contin=FAan en la regi=F3n
preparadas para atacar. Ahora los EE.UU, est=E1n tratando de superar su
aislamiento a través de conseguir un mandato que les libre las manos para
poder atacar ante cualquier "violaci=F3n"de Sadam.

El  actual retroceso de EE.UU no revierte las consecuencias de la profunda
derrota que el pueblo iraqu=ED sufri=F3 en 1991. Fue apenas un peque=F1o respiro,
aunque muy importante para un pa=EDs derrotado y arrasado.  Pero Irak no
tiene la menor condici=F3n para reaccionar militarmente y el gobierno
americano sabe eso. Los EE.UU a=FAn pueden intevenir militarmente. No se
puede descartar que monten una provocaci=F3n que justifique un ataque
rel=E1mpago.

La posici=F3n de la ONU y la del propio Sadam Hussein  que considera que ya
se resolvi=F3 el problema, as=ED como la de las direcciones conciliadoras y
comprometidas con la ONU, estilo Tony Benn, refuerzan un peligroso
sentimiento de alivio, de "tarea cumplida" en el movimiento antiguerra..
Eso es doblemente peligroso. Por un lado porque desarma ante un posible
nuevo ataque militar y por otro porque ignora que el pueblo iraqu=ED est=E1
sufriendo un ataque genocida que ya ha provocado m=E1s de un mill=F3n de
muertes, a través de las sanciones econ=F3micas aplicadas no s=F3lo por EE=2EUU
sino también por la ONU.

Por eso no se puede confiar en la ONU para resolver la crisis del Golfo.
Las sanciones est=E1n siendo responsables de  que hoy, en Irak, agonicen
4.500 ni=F1os por d=EDa. En las palabras de  Kathy Kelly, del grupo  americano
Voices in the Wilderness (Voces en el Desierto),  que est=E1 en Irak en
misi=F3n humanitaria:   "las personas sienten (después del acuerdo) como si
hubiesen conseguido una postergaci=F3n de su ejecuci=F3n.... Pero, existe,
ciertamente, un arma de destrucci=F3n masiva, las sanciones econ=F3micas de los
EE,UU y la ONU."

Debemos llamar a todas las fuerzas del movimiento obrero y
anti-imperialista, en particular a aquellas que estaban movilizadas contra
la guerra, a no bajar la guardia y a continuar con la campa=F1a contra el
ataque imperialista a Irak.

=46uera las tropas imperialistas del Golfo!
=46in de las sanciones econ=F3micas a  Irak !


SI de la LIT-CI
5- marzo-1998




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